Elizabeth Jaime

Introducción

Elizabeth Jaime emigró a California desde México hace más de 20 años, donde ha trabajado en el campo desde su mudanza. Su historia es un testimonio de las duras realidades que enfrentan los trabajadores agrícolas en todo el país. Al compartir sus experiencias, aboga por la protección de la salud y seguridad de los trabajadores agrícolas y la necesidad urgente de eliminar el uso de sustancias dañinas en la agricultura.

Creciendo en una familia donde ambos padres trabajaban en la industria agrícola, el camino de Elizabeth en la agricultura comenzó en 2003, recogiendo y empacando uvas. A través de sus experiencias, ha

presenciado los efectos perjudiciales de los pesticidas y productos químicos peligrosos en ella misma y en sus compañeros de trabajo. Rápidamente aprendió lo temporal del trabajo: se alternaba entre varios cultivos, incluyendo cítricos, frijoles, cebollas, dátiles, quimbombó y chiles, realizando tareas físicamente exigentes con poca o ninguna protección.

Elizabeth recuerda haber trabajado en condiciones extremas, agachada, inclinada o de rodillas durante horas, lo que resultaba agotador y doloroso. Además, el pago por este trabajo era mínimo, especialmente cuando se trataba de cortar cebollas, donde ganaba menos de un dólar por un saco completo. Trabajar con plantas como los dátiles es muy peligroso, dice Elizabeth, ya que la planta puede cortar las manos y los empleadores no ofrecen guantes ni ningún tipo de protección personal.

“Recuerdo la picazón y la incomodidad en mis manos al cosechar la okra.”
— Elizabeth

Exposicion a quimicos dañinos

Antes de trabajar en agricultura, Elizabeth nunca había experimentado alergias o reacciones alérgicas a nada. Sin embargo, después de convertirse en trabajadora agrícola, desarrolló alergias y sufrió erupciones e hinchazón en los ojos y la boca. La constante exposición a pesticidas y productos químicos peligrosos en su trabajo tuvo un impacto en la salud de Elizabeth. Sin embargo, acceder a un seguro médico adecuado no fue fácil, ya que muchos trabajos requerían que los empleados trabajaran de 60 a 90 días antes de calificar, y el seguro no cubría la mayoría de los tratamientos necesarios. Y dado que sus reacciones a los nuevos productos químicos fueron más prominentes al principio, tener acceso a un seguro de salud adecuado durante ese período fue crucial para el bienestar de Elizabeth.

La historia de Elizabeth no es un caso aislado. Ha sido testigo y conoce casos de compañeros de trabajo que han sufrido graves daños debido a la exposición a pesticidas y productos químicos peligrosos. En un caso particular, recuerda que un colega tuvo que ser llevado de urgencia al hospital después de una fuerte reacción química, lo que resultó en su hospitalización durante varios días y problemas de salud a largo plazo posteriormente. Más tarde se descubrió que los productos químicos que se le indicaron que usara eran ilegales, lo que muestra la falta de transparencia y medidas de seguridad adecuadas en la industria. Elizabeth también presenció el desarrollo de asma en un amigo y observó una alta prevalencia de problemas de salud similares entre sus compañeros.

La perspectiva de Elizabeth sobre la importancia de proteger el medio ambiente y la salud de los trabajadores se ha forjado a través de sus experiencias personales en agricultura. Como agricultora, ha sido testigo de cambios climáticos, calor extremo y exposición constante a productos químicos peligrosos. Elizabeth expresa su preocupación por la contaminación del agua y el aire en su área de residencia debido a los productos químicos utilizados en los campos circundantes. Reconoce que si no se toman medidas para proteger la tierra y la salud de los trabajadores, todos sufrirán las consecuencias.

“¿Qué sucederá si no cambiamos [la forma en que colocamos los pesticidas antes que las personas] y si no damos importancia a la madre tierra?”
— Elizabeth

‘No hay alimentación sin el campesino’

Elizabeth critica las pólizas actuales porque no abordan adecuadamente la exposición y los efectos de los productos químicos en la salud de los trabajadores agrícolas. “No tienen en cuenta el aire que respiramos ni la contaminación que afecta a quienes comen al aire libre, a las escuelas y a los niños que juegan afuera”, dice Elizabeth. Los trabajadores agrícolas son conscientes de la contaminación porque pueden olerla en su ropa y piel. Aquellos que no han visto personalmente los efectos adversos de los productos químicos en su piel y ojos a menudo carecen de compasión o desconocen lo que debería incluirse en las pólizas.

Pólizas como la Ley de Protección de los Niños de Estados Unidos contra los Pesticidas Tóxicos de 2023 (PACTPA, en inglés) introducida por el Senador Cory Booker tienen como objetivo abordar algunos de los problemas que Elizabeth ha destacado. El proyecto de ley protegería a los trabajadores agrícolas al prohibir algunos de los pesticidas más tóxicos, suspender y revisar el uso de pesticidas considerados inseguros en otros países, requerir informes de lesiones y que la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés) revise dichos informes, mejorar las instrucciones en las etiquetas de los pesticidas e incluir etiquetas en idiomas distintos al inglés para una mejor comprensión por parte de todos los trabajadores. Sin embargo, sin la información y los recursos necesarios para ejercer estas protecciones, Elizabeth afirma que los trabajadores seguirán siendo vulnerables a los riesgos.

Necesitamos programas de educación, salud y vivienda

Elizabeth recomienda aumentar la educación de los trabajadores sobre sus derechos y la necesidad de garantizar que sean respetados. También se necesitan cambios equitativos e inclusivos en los programas de acceso a alimentos, vivienda y seguro médico para los trabajadores agrícolas. Elizabeth destaca la necesidad de cambiar el pensamiento y el discurso en torno a los trabajadores agrícolas, para que sean valorados por su contribución esencial a la producción de alimentos. Reconoce que sin agricultores y trabajadores del campo, no habría alimentos para la población. Elizabeth menciona específicamente la situación en Florida, donde observa una narrativa que ignora las contribuciones esenciales de los trabajadores agrícolas. Se les percibe como no deseados, a pesar de su papel crucial en el cultivo de la tierra y la producción de alimentos. Este cambio de percepción es necesario, ya que cada vez es más evidente que se necesita a los trabajadores en los campos, especialmente cuando surgen escaseces de mano de obra debido a la falta de fuerza laboral disponible.

La experiencia personal de Elizabeth Jaime destaca la necesidad de cambios significativos en las pólizas y regulaciones dentro de la industria agrícola, así como un mejor conocimiento y comprensión entre las personas sobre los desafíos que enfrentan los trabajadores agrícolas. Por esta razón, Alianza ha respaldado legislación que crea oportunidades para la representación de los trabajadores agrícolas en el USDA, como la "Ley de Voz para los Trabajadores Agrícolas de 2023" y la "Ley de Apoyo a la Fuerza Laboral de Nuestro Sistema Agrícola y Alimentario de 2023." Solo a través de la acción colectiva y un enfoque inclusivo podemos lograr un ambiente saludable y condiciones laborales justas en la agricultura.

“Cuando uno no sabe la realidad que vivimos, que nunca han sentido que su piel y ojos les arda de la exposición [a pesticidas], no tienen compasión o tal vez no saben que debe de ser incluido en las pólizas”
— Elizabeth Jaime